El consumo de sal no parecía tener ningún beneficios, sin embargo, su ingesta ha crecido enormemente y la mayor parte de las personas ingiere demasiada sal, por lo que se sospecha que la causa de ésto podría ser que su consumo mejora nuestro estado de ánimo y nos hace sentir bien.
Un psicólogo de la Universidad de Iowa, observó en una investigación que cuando las ratas de laboratorio presentaban un déficit de cloruro de sodio, la clásica sal de mesa, se asustaban de actividades que normalmente les resultan placenteras.
Que las actividades que nos brindan placer dejen de provocar el mismo grado de deleite es uno de los síntomas característicos de la depresión, por eso, la sal podría resultar un antidepresivo natural y ésta, ser la razón de que cada vez más personas la consumen aún cuando saben que resulta perjudicial para la salud cardíaca.
Si bien éste síntoma observado en ratas ante un déficit de sal no equivale a una verdadera depresión, hay que tenerlo en cuenta porque se trata de uno de los síntomas más típicos de la enfermedad psicológica.
Lo cierto es que nuestro cuerpo requiere del sodio para funcionar correctamente, pero sus niveles pueden ser normales con sólo ingerir alimentos que contengan el mineral en forma natural y no sería indispensable usar el salero.
Habría que conocer más al respecto, determinar si los mismos síntomas se producen en humanos, y si la baja ingesta de sal de mesa o de sodio en general, provoca iguales resultados, porque tal vez con sólo asegurarnos la ingesta de sodio mediante los alimentos que lo contienen, podemos mejorar el estado de ánimo y prevenir la depresión.
Fuente: 20minutos.es
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