En esta época del año, en que la mayor parte de la población está poniendo fin a su descanso veraniego, es frecuente que el regreso a las actividades laborales o al período lectivo cueste más de lo que esperamos.
Aunque nunca lo imaginamos, una serie de reacciones pueden darse como consecuencia del regreso de las vacaciones al trabajo y causar un Síndrome Post- vacacional.
El síndrome post- vacacional se puede definir como un conjunto de reacciones que se producen como consecuencia de una incapacidad de adaptación al trabajo tras un período más o menos prolongado de vacaciones.
Entre los síntomas que pueden caracterizar al síndrome que muchos padecemos sin darnos cuenta se encuentran: irritabilidad, tensión, insomnio, dolores musculares, náuseas, taquicardias, problemas digestivos, fatiga, apatía y hasta depresión.
Los responsables de este conjunto de síntomas son los cambios en el ritmo de vida, en las actividades y horarios. Asimismo, el cambio de comidas, de conductas que protagonizan el estilo de vida y las responsabilidades diferentes, son causa de muchas de estas reacciones.
Como cada uno de estos síntomas pueden aparecer en forma aislada o en conjunto dependiendo de cada individuo, es fundamental que ante la presencia de éstos, consultemos con un médico o profesional que nos ayude a saber la causa de dicha reacción.
Sin duda, muchos hemos pasado por un síndrome post- vacacional sin saber que se trataba de ésto, pero que si conocemos de su existencia es importante que tratemos de prevenirlo mediante una serie de medidas. Por ejemplo:
- Regresar de las vacaciones unos 2 o 3 días antes de empezar a trabajar.
- Incrementar las responsabilidades de manera gradual
- Ser pacientes con nuestro propio cuerpo en el trabajo, ya que nuestro rendimiento se incrementará paulatinamente.
- No olvidarnos de tener un tiempo para descansar.
- Tomar una actitud positiva frente al regreso al trabajo, como un momento de reencuentro y considerando que el trabajo es un factor imprescindible en toda vida social.
- Muchas veces conviene no empezar un lunes a trabajar tras las vacaciones, debido a que es éste dá el que más se asocia con el regreso a las obligaciones. Por eso, es aconsejable reintegrarse un día distinto de la semana.
- No tener largos períodos de vacaciones ni muchos meses de trabajo sin descanso. Lo recomendable es dividir las vacaciones en dos períodos y descansar dos veces en el año.