La fibra de la dieta constituye la porción indigerible de todo aquello que consumimos y por lo tanto, atraviesa el transito intestinal sin absorberse, pero ofreciendo otras grandes funciones durante su recorrido que son las responsables de sus beneficios para la salud.
En la actualidad se recomienda una ingesta de entre 25 y 30 gramos de fibra por día provenientes de varias fuentes y que no supere los 50 gramos.
Entre los alimentos fuentes de fibra encontramos los salvados de cereales, los vegetales, los granos enteros, las frutas, las legumbres, las semillas, las frutas secas.
Los grandes beneficios para la salud se deben a sus funciones en el cuerpo humano, entre ellas, su capacidad de retener agua y formar geles, propia de las fibras solubles; su fermentabilidad; la adsorción de moléculas orgánicas tales como el colesterol, ácidos biliares y sustancias tóxicas entre otros metabolitos.
Si logramos ingerir la recomendación diaria de fibra, podremos disfrutar de los siguientes beneficios:
- Favorece el transito intestinal y previene el estreñimiento.
- Exige masticación por lo que brinda mayor saciedad en menor volumen.
- Puede prevenir el desarrollo de ciertos tipos de cáncer, sobre todo, cáncer de colon.
- Colabora en el mantenimiento de niveles normales de colesterol en sangre.
- Favorece el control de los niveles de glucosa en sangre.
- Ayuda a mantener y regularizar el peso corporal
- Protege ante las enfermedades cardiovasculares.
Las ventajas son muchas y no es difícil alcanzar la ingesta recomendadas, sólo hace falta incorporar más frutas y verduras, intentar consumirlas con cáscara, incorporar semillas y frutas secas, y reemplazar los cereales refinados por sus versiones integrales.
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