La pizza es, junto a las hamburguesas y las papas fritas, uno de los alimentos preferidos por lo chicos, quienes adoran la comida rápida en detrimento de las frutas, las verduras y los lácteos.
Sin embargo, es necesario plantearnos si la pizza es o no una comida basura, ya que no siempre un alimento de fácil y rápida preparación constituye una comida chatarra.
Por eso, debemos analizar en profundidad su composición para descifrar si se trata de un alimento que debemos evitar en nuestra dieta o si simplemente alcanza con moderar su ingesta.
Para ser más precisos, la pizza suele ser un alimento con elevado aporte calórico debido a los ingredientes que la componen, por ejemplo, la muzzarella, la harina refinada que habitualmente se conjuga con aceite o manteca, los fiambres que se adicionan a su cubierta y los aderezos que coronan la misma.
En una pizza tradicional, de muzzarella con salsa y aceitunas únicamente, podemos encontrar unas 250 calorías por porción. Por lo tanto, en una versión más abundante que contiene fiambre, salsa golf u otros aderezos, las calorías pueden ascender en hasta un 50%.
Sin embargo, no siempre esto es así, sino que puede convertirse en un alimento más sano con sólo saber elegir, y moderarse en su consumo, porque en la mayoría de los casos, la ingesta suele superar las 2 a 3 porciones, lo cual significa cerca de 1000 calorías en una sola comida.
Entonces, para poder disfrutar de una pizza, no sólo debemos controlar la cantidad a consumir, sino sus ingredientes, ya que si cambiamos un queso entero con alto aporte de grasa, por una versión de menos maduración y descremada, estamos ahorrando gran parte de las calorías. Además, si a la cubierta le quitamos los embutidos y fiambres para adicionar vegetales grillados o salteados, también agregamos nutrientes, ahorramos calorías, grasas y ganamos en salud.
Asimismo, podemos reemplazar los aderezos más grasos por otros más sanos, por ejemplo, una vinagreta o un chorrito de aceite de oliva con perejil y ajo picado.
También podemos optar por elaborarlas con harina integral y sin el aporte de grasas en la masa, de esta forma, agregamos fibra, vitaminas y minerales, al mismo tiempo que quitamos materia grasa y calorías.
Por supuesto, siempre que podamos, lo mejor es elaborarla nosotros mismos y escoger sus ingredientes. de esta forma, la pizza que constituye una alimento tan sabroso, deja de ser un combo de calorías y grasa, para ser una comida fácil de preparar, nutritiva y mucho más saludable.
Si por el contrario, elegimos comerla fuera de casa, intenta optar por las versiones más sanas y con menor contenido de fiambres y aderezos, por ejemplo, escoge la pizza de rúcula, de espinacas, de pollo, de berenjenas grilladas o aquellas que contengan más vegetales y menos embutidos.
Gran reportaje, efectivamente la comida basura es lo peor que podemos comer. Pero no solo por lo que nos dicen las agencias oficiales, si no además por razones como la excesiva acidificación del organisno, y por los aditivos peligrosos que llevan y no declaran, así como por los medios de producción. Para más información sobre aditivos peligrosos pueden visitar http://www.datasana.com Un saludo a tod@s!
es mozzarella con O de oso
no muzzarella con U de uva