El síndrome metabólico es la presencia simultánea de una serie de desórdenes tales como la obesidad, hipercolesterolemia, colesterol bueno bajo en sangre, resistencia a la insulina o hiperglucemias, y presión arterial elevada.
Este síndrome eleva significativamente el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular, así como muchas otras afecciones metabólicas, por ello, su tratamiento se hace imprescindible y debe incluir no sólo alimentación adecuada, sino también, actividad física, psicoterapia y fármacos en la mayoría de los casos.
Así, la dieta mediterránea, rica en frutas y verduras, grasas de buena calidad y cereales integrales, ha demostrado sus beneficios en el control de dicho síndrome. Sin embargo, uno de los alimentos cuyas bondades resaltan por sobre los demás, son los frutos secos.
Consumir una porción al día de frutas secas, alimentos ricos en calorías y grasas de buena calidad, ayudó a un grupo de personas mayores a controlar el síndrome metabólico, según sostuvo una investigación española.
El hallazgo se obtuvo tras evaluar a 1224 personas de España de entre 55 y 80 años que tenían un alto riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca, un grupo de ellos recibió asesoramiento sobre una dieta baja en grasas, mientras que dos cohortes restantes siguieron una dieta mediterránea.
Uno de los dos grupos que siguió la dieta del mediterránea recibió un litro adicional de aceite de oliva por semana, mientras que el otro consumió 30 gramos más por día de frutos secos variados.
Al iniciar el estudio casi 2/3 de los hombres y mujeres tenían síndrome metabólico, pero después de un año de aplicar las diferentes dietas, la condición se redujo en un 14% en quienes habían adicionado frutos secos, mientras que en quienes agregaron aceite de oliva disminuyó en un 7% y en quienes llevaron la dieta baja en grasas la condición se redujo en un 2%.
Esto demuestra que no es tan importante reducir las calorías y las grasas, sino prestar mayor atención a la calidad de los nutrientes que ingerimos, ya que los frutos secos como nueces, avellanas o almendras, no sólo brindan grasas saludables, sino que son fuente de fibra, proteínas de origen vegetal, vitamina E, selenio, magnesio, potasio y calcio.
Fuente: infobae.com
En BlogNutrición: Frutos secos para beneficiar la salud en reemplazo de otras grasas