En vísperas del verano y ya llegado el calor, muchos nos desesperamos por perder esos kilos de más que llegaron a nuestro cuerpo durante el invierno, y es aquí, donde toman auge las dietas milagrosas, es decir, aquellas que prometen resultados sorprendentes a corto plazo y mediante una dieta relativamente fácil de llevar a cabo.
No obstante, cuando delante de nuestros ojos aparecen estas características debemos tener mucho cuidado, pues no sólo se trata de una dieta para adelgazar, sino que puede ser un verdadero engaño que lo único que genera es ganancia económica para quien la comercializa y riesgos para la salud de quienes la utilizan.
En primer lugar, un descenso de peso de más de 1 kilo por semana es demasiado para un cuerpo, y lo más probable es que el efecto rebote sea mucho mayor. Además, la dieta que ocasiona dicha pérdida de peso, a de ser muy restrictiva e hipocalórica, lo cual reduce el metabolismo del cuerpo con el afán de gastar menos calorías y optimizar la utilización de recursos, ya que el cuerpo asume que estamos en época de escasez.
Así, ante una ingesta superior, cuando ya se deja de lado esta dieta, el cuerpo toma todo lo que se le da y es aquí donde el metabolismo enlentencido ocasiona un aumento de peso que puede dejarnos con un peso superior al que teníamos al inicio de la dieta.
Por otro lado, una dieta milagro suele ser desequilibrada y por lo general, se trata de dietas disociadas o de un alimento en especial que lo único que genera es carencia de determinados nutrientes y excesos de otros, por lo cual, estamos ante un desequilibrio nutricional.
Éste disbalance puede ser el responsable de múltiples riesgos sobre la salud, por ejemplo, problemas cardíacos, dislipemias, hiponatremias, entre otros.
Incluso, un descenso brusco de peso puede causar la pérdida de masa magra, lo cual significa una menor funcionalidad del individuo así como un menor gasto calórico, aún estando en reposo.
Por todo lo antes dicho, debemos comprender que no existen alimentos ni fármacos mágicos, así como tampoco es saludable perder peso rápidamente y mediante la utilización de dietas severamente hipocalóricas. Sino que lo más sano y lo que permitirá mantener el peso perdido en el tiempo es una dieta elaborada para nosotros, que contemple las necesidades individuales y que esté elaborada y supervisada por un profesional.
De esta forma, dieta equilibrada y ejercicio físico regular, permitirán una modificación de hábitos que a largo plazo, permitirá mantener un peso normal, así como un porcentaje de grasa razonable en el cuerpo que no implique riesgos para la salud.
En BlogNutrición: Los peores hábitos para adelgazar
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