Todos asociamos el acto de comer a una situación placentera, ya que en los primeros años de vida, la cesación de llanto se relaciona con la leche materna, es decir, el alimento.
Por eso, cada vez que un bocado ingresa en nuestra boca, no sólo estamos calmando la necesidad de energía o el hambre, sino que experimentamos placer.
El sensación placentera que produce la comida está relacionada con el acto social de compartir los alimentos, su sabor, su aroma, y sus nutrientes.
Un nuevo estudio ha demostrado que sentir placer ante la ingesta de alimentos puede ser más importante de lo que pensábamos, ya que su ausencia puede incrementar el riesgo de padecer obesidad o exceso de peso.
Los investigadores estadounidenses afirman que aquellas personas que disfrutan menos de la comida son más propensas a comer de más, al intentar sentir placer con el acto de comer, por esa razón, tienen mayores probabilidades de incrementar su peso corporal.
Luego de medir la actividad cerebral en dos grupos de mujeres jóvenes mientras ingerían un batido de chocolate y una sustancia sin sabor, se observó que aquellas con mayor masa corporal tuvieron una reacción más débil que las más delgadas tras ingerir el batido, y una año más tarde, esas mismas mujeres habían subido más de peso.
La dopamina es un neurotransmisor fuertemente vinculado al sistema de recompensa del cerebro, y se ha observado que aquellas personas que tienen menores receptores de esta sustancia experimentan menor sensación de placer al comer.
Por lo tanro, con el fin de activar el sistema de recompensa y disfrutar de la comida, las personas tienden a comer más, ocasionando así, un aumento de peso y mayor riesgo de obesidad.
Según el principal autor del estudio, podrían encontrarse terapias conductuales que modifiquen el comportamiento así como tratamientos farmacológicos que reviertan esta situación y reduzcan el riesgo de exceso de peso.
No obstante, es necesario evaluar qué tipo de cambios es necesario hacer en el comportamiento para neutralizar este déficit de receptores e incrementar la respuesta a la comida.
Fuente: diet-blog.com
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