Los trastornos de la conducta alimentaria deben interpretarse como tal, ya influyen directamente sobre las emociones, las conductas y decisiones de los afectados, por lo que, como consecuencia, perjudican progresivamente la salud del organismo.
De acuerdo con lo expresado por los especialistas, entre ellos Luis Betao en las Jornadas sobre Trastornos alimentarios en Barcelona, los afectados con trastornos alimenticios se encuentran enamorados de su enfermedad, por lo tanto hay que lograr un desapego de la misma para que el tratamiento llegué a buen curso.
Los individuos deben entender a estos trastornos como una enfermedad y ese es el primer paso difícil que se debe alcanzar para que se sientan motivados a iniciar un tratamiento que, sin duda, salvará su vida y mejorará su salud.
Quienes padecen de anorexia, bulimia u obesidad, todos trastornos alimentarios que afectan la canducta, acomodan su vida y por lo tanto viven en torno a la comida, ya que éste es el objeto principal de pensamiento y factor motor de todas sus decisiones.
Por lo tanto, considero que tal vez sería más correcto hablar de una enamoramiento hacia la comida y no hacia la enfermedad, pues la realidad es que cuando los afectados descubren que se encuentran enfermos estamos ante el primer paso de una recuperación.
Lo importante en éstos casos es consultar con profesionales especializados y hacer un abordaje terapéutico multidisciplinario que permita lograr valiosos resultados sobre la salud y la vida toda de la persona afectada.
Fuente: periodistadigital.com
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