El canto no sólo está disponible para los artistas y aquellos individuos de voz afinada, sino que cada uno de nosotros podemos entonar nuestra música preferida con el objetivo no sólo de divertirnos, sino como recurso para potenciar la salud.
Los expertos afirman que una actividad tan sencilla y agradable como cantar puede ponerle fin a múltiples dolencias relacionadas con la circulación, la concentración y la memoria.
Las bondades del canto ya se han confirmado en enfermos terminales, niños con problemas de tartamudeo, e incluso, en personas que han sufrido apoplejías.
El canto ya está siendo utilizado por profesores de yoga o terapeutas corporales que emplean esta técnica para liberar tensiones, generar endorfinas, elevar las defensas y el umbral de dolor del cuerpo.
Por otro lado, la psicoterapeuta y profesora de la Universidad de Viena, señala que el canto permite expresarse y ser escuchado, lo cual es de vital importancia para el desarrollo del individuo.
Como respuesta a numerosos estudios han surgido terapias alternativas tales como la grafoterapia o la musicoterapia. Ésta última permite enfrentar malestares y culminar con éstos mediante el canto, tocar un instrumento o simplemente, escuchar una melodía.
Pero el canto difiere en que no sólo permite escuchar, sino que ofrece la posibilidad de expresar activamente los sentimientos y emociones.
Cantar ofrece no sólo beneficios a nivel emocional, sino que, a nivel fisiológico permite alcanzar una respiración estructurada que afecta positivamente la circulación sanguínea, el transito intestinal y los pulmones.
A su vez, el hecho de aliviar el estrés reduce el riesgo de sufrir otros malestares a causa de éste.
Realizar actividades placenteras para uno mismo, que nos ofrezcan diversión y relajación al mismo tiempo, es un gran recurso para potenciar nuestra salud al mismo tiempo que disfrutamos de una actividad de nuestro agrado.
Fuente: terra.com
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