Según publica hoy la revista británica The Lancet, más de un tercio de las muertes anuales de menores de 5 años en el mundo y un 11% del total de las enfermedades en esa población se deben a la malnutrición materna e infantil.
Richard Horton, director de la prestigiosa publicación científica, resalta la necesidad de poner en marcha programas nacionales e internacionales para remediar la situación, a la cual calificó de «injustificable».
Los indicadores de desnutrición (tipo de malnutrición) son la delgadez, retraso en el crecimiento y deficiencia de vitaminas y minerales esenciales. El mejor período para prevenir la subnutrición en entre el embarazo y los 2 años de edad, ya que después del tiempo señalado el niño sufre daños irreversibles para el desarrollo hacia la edad adulta. Las consecuencias incluyen baja estatura y bajo peso, indicó Horton.
Sumado a esto, los niños que han sufrido carencias antes de los 2 años y después recuperan el peso rápidamente, tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación.
El la Argentina, según las estadísticas del Ministerio de Salud, la tasa de mortalidad infantil en el año 2006 fue de 12.9 chicos cada mil nacidos vivos.
El director asociado del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), Sergio Britos, explicó que la desnutrición está asociada a la pobreza y que el problema no sólo afecta a la Argentina.
Según Britos, el momento más oportuno para evitar la malnutrición son los nueve meses de embarazo y hasta los 2 años del niño, porque durante este período el crecimiento es más rápido y se desarrollan las funciones cognitivas. Además, agregó que entre las posibles medidas de prevención de la malnutrición están que las madres tomen conciencia de que deben adoptar la rutina de realizarse controles médicos y mantener la lactancia hasta los primeros 6 meses del bebe y desde aquí, el bebe debe recibir una alimentación complementaria dónde es indispensable incorporar carnes, frutas y verduras.
La desnutrición ocurre cuando la alimentación es inadecuada y tiene que ver más con la calidad que con la cantidad de los alimentos, señaló. Ya que, cuando las personas ingieren una cantidad suficiente de alimentos, igualmente pueden padecer malnutrición si esos alimentos no contienen las cantidades apropiadas de micronutrientes, vitaminas y minerales para cubrir las necesidades diarias.
Fuente: lanacion.com